Las fantasías sexuales son más comunes de lo que se piensa,
se tratan de representaciones mentales que estimulan el erotismo y la
excitación; en general todos alguna vez
hemos fantaseado con alguna escena en particular, siendo comunes los juegos de
rol, policía/prisionero, enfermera/paciente, entre otras. En una relación de
pareja sana complacer una fantasía sexual puede ser una forma nueva y divertida
de explorar el sexo, una ocasión diferente para de la rutina.
Cuando se tiene una relación de pareja sana es común hablar acerca de la intimidad, de
nuestros deseos, de lo que nos gusta y estimula, por eso el tema de las
fantasías sexuales no debe ser visto como un tabú. Si deseas complacer algún
deseo de tu pareja debes saber cuál es y para ello hay que hablarlo La
imaginación vuela cuando se trata de sexo.
La imaginación nos permite transportarnos, sin ningún costo
adicional, a situaciones deseadas o prohibidas. Desde la niñez, las fantasías
son el vehículo de nuestros más ocultos deseos, algunos inocentes y otros no
tanto.
Tenemos sueños utopias y delirios que muchas veces cumplen
con un objetivo especifico
Si bien es cierto que el desconocimiento, la falta de
respuestas o la represión son grandes generadores de fantasías, de ningún modo
debe pensarse que todas son la consecuencia de una limitación o carencia
afectiva y sexual. Muchas personas recurren a ellas como un factor de
enriquecimiento de su vida amorosa.
Entonces podríamos
intentar tipificar algunas fantasías eróticas para facilitar su comprensión y,
a la vez, disminuir la angustia de muchas personas que se alarman cuando las
tienen porque se sienten como perversos, anormales o enfermos, en lugar de
aceptar que los sueños, utopías, delirios y vuelos imaginarios son universales
Estudios recientes nos desvelan que cerca del
80 % de hombres y mujeres acuden a fantasías sexuales para acrecentar su
excitación.
En cuanto al contenido y a los temas usados tanto por
hombres y mujeres son muy parecidos: sexo en una playa solitaria, en un bosque,
en el asiento trasero de un auto, entre otras. Quizá la diferencia estriba en
que las personas realizan guiones un tanto más elaborados donde sus compañeros
tienen una personalidad más definida y manifiestan más emoción en la historia.
Pero evidentemente, no hay límites.
Las fantasías, al igual, entran comúnmente en acción, sin
mayor problema en la masturbación, en el autoerotismo, lo mismo que
en la práctica sexual con la pareja. En el acto sexual es común que la mente
viaje tan lejos como la imaginación quiera, pero estrechamente ligada a la
experiencia de ese momento y motiva sensaciones agradables en la relación sexual en su
conjunto.
Una polémica que surge en torno de la comunicación de la
pareja es determinar hasta qué punto conviene compartir aspectos sobre las
fantasías sexuales. Este tema es delicado, pues algún miembro de la pareja,
aunque quede claro que es algo irreal, puede llegar a sentirse ofendido. Por
ejemplo, ¿qué sentiría tu pareja si le comentas que cuando estás haciendo el
amor el te imagina que lo está haciendo con otro hombre? Tal vez para algunos
significaría un golpe tan fuerte que optarían por la ruptura de la relación, y
para otros, no representaría mayor amenaza. Todo depende de las ideas, valores
y conceptos de cada uno de los integrantes de la pareja, y del grado y manejo
de la intimidad entre ambos.
Existen muchos tipos de fantasías sexuales:
* Las que ayudan a excitarse: responden a un
placer de tipo narcisístico, pues quien las produce no persigue otra finalidad
que regodearse imaginándolas.
* Las que sirven para masturbarse: aquí entra en
juego un otro. Se conciben situaciones, personas y lugares con el fin de lograr
una excitación que será liberada a través del acto masturbatorio.
* Las que suplen carencias: comunes a
algunas personas solteras/os, maduras/os, viudas/os y tercera edad
de ambos sexos.
* Las que permiten realizar el coito o sirven como ingrediente: hay personas
que no pueden tener actividad sexual si no encienden sus fantasías a través de
material gráfico o audiovisual y otras aderezan el encuentro fantaseando
determinadas situaciones, inclusive pensando en otra persona que no es su
pareja.
* Las compartidas con la pareja que procuran aumentar la pasión: pueden incluir
juegos donde se interpretan escenas, lugares, personajes o roles diferentes.
* Las fantasías sadomasoquistas: en ciertos
casos, aparece la necesidad de lastimar, de infligir castigos, o de ser
castigados.
* Las fantasías de prostitución: pueden
llegar a estimular y excitarse, pero también pueden actuar como inhibitorias .
* Las de poder, de gran
potencia o de dominio sexual.
* Las de escenario: están en un
lugar exótico, en una playa en la arena o en el mar.
* Las voyeuristas: imaginan
mirar a un chico que se desviste o se masturba o a una pareja haciendo el amor.
Una variedad, muy prevalente entre algunos
varones, es de querer ver a su pareja teniendo relaciones sexuales con
alguien.
* Las exhibicionistas: consisten en
mostrar su cuerpo o los genitales o masturbarse delante de ellos que los
desean.
* Las “colectivas, orgias”: representan
el deseo de intercambio de parejas o de sexo grupal.
* Las de contexto variado: ellas
imaginan un lugar o situación determinada, por ejemplo, que están en una playa
del Caribe o en un lugar al al aire libre.
* Las que giran en torno a personas o personajes:
en general tienen que ver con hombres inaccesibles, como la pareja de las amigos,
los compañeros de trabajo o un famoso. Las estadísticas revelan que la mayor
parte de las fantasías se dan con personas conocidas o allegadas.
* Las preparatorias: hay personas
que se obsesionan esperando el primer encuentro sexual con una nueva pareja.
Estas fantasías sirven para calmar la angustia.
* Las que incluyen variantes:
orgías grupales, uso de objetos y ayudas sexuales (dildos, vibradores, arneses)
que no se atrevería a emplear en la práctica, con cambios de roles E que
siempre fuel activo pasa a ser pasivo y el pasivo a ser el rol de activo
Como en las fantasías, los juegos ni tienen limites, ni
formas definidas, cada uno debe usar su imaginación para conseguir pasar un
buen rato con su pareja, que es al fin y al cabo de lo que se trata. He aquí
algunos juegos inocentes que pueden servir de idea o base para que practiques:
El Yogurt
Comerte un yoghourt con tu pareja puede convertirse en todo
un placer.
Retira muy lentamente la tapa,
mientras recuerdas a tu pareja que no tienes cuchara para comerte el yogurt,
desnúdala, y utiliza su cuerpo como receptor de pequeñas cantidades de yogurt
que irás comiéndote poco a poco.
Ofrecele
pequeñas cantidades con tu boca. Utiliza sobre todo sus principales zonas
erógenas. Cuando termines, proponle que te utilice a ti como cuchara.
Espejos
Puedes hacer el amor en una sala o habitación con espejos,
de esa forma podrás captar los gestos y movimientos de tu pareja,
convirtiéndose en una experiencia muy excitante, y aporta un elemento de
voyeurismo sin que nadie más esté presente.
También
puedes imaginar que estás actuando frente al público. Las posibilidades son
maravillosas para los/las más exhibionistas. Si te cuesta verte haciendo cosas
frente al espejo, puedes probar a ponerte una máscara, de esta forma el
anonimato te permitirá alcanzar nuevas sensaciones de erotismo.
Sumisión
Para muchos hombres es muy excitante tumbarse y dejar que la
otra persona tome el control. Puedes interpretar el papel de amo, mientras tu
pareja hace de esclavo. Debes mostrarte inflexible, creando un ambiente de
suspense y dejando claro que eres el que manda y que él está indefenso y a tu
merced:
- Tápale los ojos y átale las manos con una cuerda suave,
hazle saber que tiene que estarse quieto.
- Una vez a tu merced, provócalo, aumentando su excitación.
- Desátalo y ordénalo que te desnude lentamente, sin
tocarte, siguiendo constantemente tus instrucciones.
Si
lo hace mal, le castigarás con unos azotes. Si lo hace bien, la recompensa será
sexo. ¿sugerente, no?
La bandeja de frutas
- Prepara una bandeja con frutas, acompañándola con un
delicioso vino muy frío.
- Dedícate a comer y chupar el vino del cuerpo de tu pareja,
puedes hacerlo con largos lamidas
Es recomendable considerar lo anterior, analizar el contexto
de la pareja, personalidad y sentimientos antes de llegar a comentar este tipo
de detalle.
Para concluir, vale la pena señalar
que tanto los hombres como las mujeres tienen normalmente fantasías sexuales.
Ello no conlleva ningún problema siempre y cuando que la persona no se sienta
culpable, se angustie, se preocupe o se avergüence por tenerlas.
La imaginación erótica, capacidad solamente de los humanos,
es un extraordinario recurso que se puede poner al servicio del placer y para
disfrutar de una plena vida sexual.
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